WOLF HERMSEN, EL DIRECTOR DE LA PELÍCULA, RESPONDE PREGUNTAS
¿Qué tiene de especial La Habana como lugar de filmación?
Wolf Hermsen: La Habana tiene una historia aventurera y posee una aura mágica. Los Espíritus de los piratas muertos, de los Conquistadores, y del Ché se los suele ver andando todavía por aquí. La religión cubana, la santería, también es bastante misteriosa e influye al arte. En La Habana se pueden encontrar muchos lugares espiritualmente cargados, como la iglesia, que en nuestra película es el lugar de filmación.
¿Por que un titiritero?
Wolf Hermsen: Roberto es mucho mas que un simple titiritero. El trabaja con obsesión en sus obras, pero secretamente. A esto hay que agregarle que él y su fallecida mujer Olga, cuyo espíritu habla con Roberto desde el mas allá, están conectados a través de su cabello y su sangre, con las marionetas. Ellos hicieron un pacto, el que ellos pagan con sus propias vidas. La ganancia es el refinamiento de su obra, el precio, que sus fuerzas son robadas poco a poco, lo que también fue una razón para la muerte de Olga.
¿Que obtiene Roberto de esto?
Wolf Hermsen: Roberto, por un momento, se convierte a través de esto, ya que el decide las actitudes de las marionetas, en su destino. Todo lo que el inventa y crea para sus títeres, le ocurre de alguna manera, a él mismo. Cuando el diablo le asigna enigmas indescifrables, que tienen similitudes con su propias vida, el destino actúa con él y él, con las marionetas. La impresión es mas fuerte, ya que una de las marionetas es el calco exacto de Roberto y éste se defiende diciendo : “Yo no soy esa marioneta” Al principio esta relación, permanece desconocida para los espectadores, ya que ellos no pueden identificar el escenario de marionetas como parte de la película, sino sólo lo que ocurre en él. Recién cuando el hijo de Roberto, Oscar, descubre éste lugar, les es develado a los espectadores lo que Roberto hacía en su galpón. Cuando más tarde aparece el noruego, Roberto mismo adopta un rol parecido al de las marionetas, sobre lo que María, se ríe en un momento. Por otra parte, las marionetas tienen algo vivo en ellas. Svennson dice que parecería que ellas fuesen seres vivientes. Sin saberlo, presentía entonces que ellas, a causa de la sangre de Olga, eran entes individuales.
¿Por que es justamente noruega la figura del representante teatral?
Wolf Hermsen: Noruega es un lugar místico y solitario. El país de los duendes y de Peer Gynt. Todo eso combina bien con Cuba y con mi película, un país donde la brujería tiene un papel importante. En el caso específico de Roberto, dejo abierta la posibilidad de que Olga sea solo fantasía o exista realmente.
¿Por qué eligió a un artista como figura central?
Wolf Hermsen: Los sueños y fantasías humanas se pueden representar muy bien en la personalidad del artista, ya que este en su trabajo se ve confrontado permanentemente con ellos. También otras personas viven con sueños y esperanzas. Con esto quiero decir, que también expresan ilusiones que nunca serán realidad. Pero eso lo veo como algo positivo y como una señal de creatividad. Uno puede ser un perdedor desde el punto de vista material pero un ganador desde lo espiritual. Además el modo de vida inusual de una persona creativa así como su carácter, son las condiciones que inspiran su obra.
¿Es Roberto un ejemplar de esto?
Eso no es lo que pretendo. Yo no quiero enseñar un ejemplo que sea representativo para los artistas, sino una figura única, inventada y creada por mi. Roberto experimenta una historia particular que presenta paralelismos con la realidad
¿Cuánto hay de usted mismo en la figura de Roberto?
Wolf Hermsen: Siempre se encuentra una parte de mi personalidad en todas mis caracterizaciones. Eso no se limita sólo a Roberto, aún cuando él sea una figura de identificación en la película. En cierta manera yo también soy casi tan consecuente como Roberto con respecto a mi trabajo. Roberto hace lo que tiene que hacer. De esta manera él determina su destino y su talento. Esto indica el camino que debe seguir su vida.
¿Cómo llega usted por primera vez a Cuba?
Wolf Hermsen: Desde 1996 que vivía en Buenos Aires, y en 1999 llegué a Cuba por primera vez. Enseguida conocí a mucha gente interesante, entre ellos artistas, gente de cine y teatro.
¿Cuáles experiencias personales pudieron incorporar los actores?
Wolf Hermsen: Ramiro Ruiz Hernández, que representa a Roberto, además de su actividad en teatro y televisión, trabaja realmente como titiritero y animador. La principal figura femenina, Olga Lidia Alfonso fue realmente bailarina antes. También es cantante, y durante los años 80 fue integrante de un muy popular grupo de música. Hoy actúa regularmente en TV y posee importantes papeles en teatro. Además de ella, hay varios otros actores cubanos muy apreciados que trabajan en “El titiritero”.
¿Por qué no pueden ponerse de acuerdo Roberto y el noruego?
Wolf Hermsen: Roberto vive para su arte, y es auténtico y genuino. Luego se topa con el noruego, que piensa como hombre de negocios, para el cual la cultura es una mercancía que puede ser comercializada. El arte de Roberto, sin embargo, es bueno justamente por eso: no es un producto de mercado, y él lo desarrolla según su imaginación. Aquí corto una lanza para este tipo de artistas y contradigo la opinión de que la cultura sea un puro proceso de comunicación o que solamente existe el trabajo en equipo. Mismamente, en mi propio ámbito, que está muy orientado al trabajo en equipo, no se pueden obtener resultados sin dar a algunos personajes individuales la oportunidad de imponer sus ideas propias. Para esto es necesario mantener el respeto por el lugar interno que en el caso de “El Titiritero” toma forma externa a través del escenario negro de prueba.
El lugar interno es luego descubierto por el noruego
Wolf Hermsen: El lugar interno, para los espectadores de “El Titiritero” es a la vez el lugar externo. Esto se debe a que el escenario donde Roberto hace las pruebas es idéntico a su interior. Un universo espiritual en el cual Roberto da forma a sus sueños. Cuando el noruego penetra en este espacio se interrumpe el aislamiento y se perjudica de un cierto modo, el interior de Roberto.
Roberto también tiene algo de eso.
Wolf Hermsen: Por supuesto y eso es justamente la ambigüedad. El sueño más grande de Roberto es tener éxito y actuar. Svennson ama el arte, y valora a Roberto tanto como puede, defendiéndolo de su contratista. Con esto él demuestra que no es tan mal tipo.
Pero María, su mujer, lo presiente antes.
Wolf Hermsen: María, la segunda figura principal de la película, conoce el carácter de Roberto. Eso le hace la vida doblemente difícil, pues en todos lados donde el fracasa, ella debe saltar en la brecha y ayudarlo. Antes fue una famosa bailarina, que se esfuerza por ser coreógrafa. Para colmo, Roberto, intenta entrar en contacto con el espíritu Olga, su mujer muerta a la que ama en sus recuerdos.
¿Hasta que punto su película muestra la realidad de la vida cubana?
Wolf Hermsen: Aunque mi película contiene varios elementos de la cotidianeidad cubana, la que conozco mas o menos bien en la escala de un extranjero, la historia del titiritero es algo muy especial. El punto central no está basado en la presentación de la realidad del país, sino en la historia y los protagonistas.